lunes, 16 de septiembre de 2013

Referencias I

FIRMITAS

Los primeros acercamientos de la arquitectura a las construcciones en altura se basaban en conceptos muy básicos: se limitaban a colocar los elementos estructurales conocidos uno sobre otro, adosando unidades de vivienda individual, consiguiendo una "estructura Frankenstein".


Fue quizá Frank Lloyd Wright el primero en concebir una estructura acorde a las dimensiones del edificio, en crear una identidad entre forma y estructura. Uno de los recursos utilizados por él fue el escalonamiento de los edificios con la finalidad de reducir peso y ganar estabilidad a medida que se asciende en altura. 



Otro modo de enfrentarse a la estructura de un edificio de altura es subdividir las plantas en una serie de bloques que funcionen con una estructura individual de segundo orden,  “cosidos” todos ellos por la estructura de primer orden común a todo el edificio. Existen dos soluciones bien diferenciadas para realizar esto. Por un lado, descolgar de unas grandes vigas cada bloque de plantas, como en el proyecto de Amancio Williams o en el banco de Hong Kong de Foster. Por el otro, encontramos la torre del banco de Bilbao de Sainz de Oinza, con una estructura de primer orden muy similar, pero apoyando los bloques de pisos sobre las grandes vigas, en vez de descolgarlos.




UTILITAS

La verticalidad de las torres afecta principalmente a dos elementos: la estructura y las comunicaciones. Es muy común aunar ambas a un solo núcleo central al que se le adosan los elementos servidos en la planta tipo.


Sin embargo, es complicado reducir la estructura a un solo elemento central. Uno de los ejemplos en el que más se optimiza el espacio diáfano de la planta tipo es la torre Agbar, que suma al núcleo central, una piel de hormigón que completa la estructura.






VENUSTAS

Las características formales de la ubicación de nuestra torre hace imprescindibles dos aspectos a tener en cuenta: por un lado, la resolución de un elemento en esquina, límite en la vista de la cornisa de Madrid, y por otro, la continuidad (o no) del edificio “basamento” y la propia torre en altura que emerge de él.


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